Mi bebé ha dormido como rey durante grandes lapsos del sábado. Su madre nos ha tachado de flojonazos, pero la realidad es que lo único que hacemos es retirar un poco de polvo y tensión a nuestros días. Esta semana ha sido ruda, somos los hombres de la casa y necesitamos un poco de receso.
Lisseth y Mau nos visitaron y los hemos paseado de lo lindo. La conclusión es que al Astronauta le encanta salir, y otra conclusión es que el Rexo es una delicia, ni qué decir de Garabatos. Comida y postre excelsos.
Me pregunto si Rodrigo experimentará algún tipo de antojo cuando percibe el olor de un cheesecake. Tal vez sí, tal vez.
Luego ha venido el concierto de Bublé y la sensación es clara: no lo gozo sin mis amores. Ni siquiera un conciertazo ni estar en primera fila igualan los balbuceos que Rodrigo ha empezado a soltar esta semana.
Hablando de ello, apenas el martes despidió sus primeras carcajadas. Cosas que me hablan de su crecimiento, cosas que me hacen creer que mi bebé ya no es bebé, cosas que me dan nostalgia y alegría, cosas.
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